martes, 12 de marzo de 2013

El último poema de J.R.J.

El Dios final de Juan Ramón Jiménez


       Partimos de Dios
en busca de Dios,
sin saber qué buscamos.

       El dios con minúscula,
el dios bajo cielo,
el cielo que es mar,
sobre aire que es cielo,
¡entre aire y marcielo,
y que es pleamar, y que es pleacielo!

        El dios deseante,
el dios deseado,
¡el dios deseado y deseante!—
me trae este Dios,
un dios Dios tan DIOS,
¡un dios: DIOS DIOS DIOS!
… que al cabo de todos los cabos,
que al borde de todos los bordes
un día encontramos.

       Cada vez más suelto, y más desasido;
cada vez más libre, más ¡y más! ¡y más!
a una libertad de puertas de Dios.
Y entonces la puerta se abre… y ¡más libertad!

       Estoy pasando la cuerda,
cuerda que tú me has tendido,
Dios mío, mi dios, ¡Dios mío!
¡Dios mío, no soples, Dios!

       Siento la inminencia del dios Dios,
del Dios con mayúscula,
el que nos enseñaron cuando niños
y no aprendimos
.
¡Dios se me cierne en apretura de aire!

       ¡Se me está viniendo Dios
en inminencia de alma!
       ¡Se me está acercando Dios
en inminencia de amor!
       ¡Se me está llegando Dios
en inminencia de Dios!

Literatura Universal: El jugador

Argumento

La narración se desarrolla en primera persona desde el punto de vista de Alexei Ivanóvich, el tutor de una familia rusa que vive en una suite de un hotel alemán de la ciudad de Roulettenbourg. El patriarca de la familia, el General, está en deuda con el francés De Grieux y ha hipotecado sus propiedades en Rusia, lo cual le alcanza para pagar sólo una pequeña cantidad del total de su deuda. Al enterarse de la enfermedad de su rica y anciana tía, "la Abuela", el General envía toda una serie de telegramas a Moscú, esperando con ansia la noticia de su fallecimiento. Con su herencia espera pagar sus deudas y conseguir la mano de Madamoiselle De Cominges.
Alexei está perdidamente enamorado de Polina y hace un juramento de servidumbre a ella. Durante un paseo por Schlangenberg (una montaña de la ciudad alemana) él le dice que tan sólo pronuncie una palabra y él con gusto caminará hasta el borde del precipicio y caería en picado al encuentro con la muerte. Esto lleva a que ella le pida que vaya al casino de la ciudad y haga una apuesta por ella. Él se niega al principio, pero incitado por su propio juramento de amor eterno y fatal servilismo, finalmente accede y termina por ganar para ella en la mesa de ruleta (ésta era su primera experiencia con los juegos de azar). Él regresa con las ganancias, pero ella no le dirá la razón por la que necesita dinero. Ella sólo se ríe en su cara (como lo hace cuando él le profesa su amor) y lo trata con fría indiferencia, si no verdadera malicia. Alexéi sólo conoce los detalles del estado financiero del General y de Polina más adelante en la historia por medio de su larga amistad con el Sr. Astley, el cual es un tímido inglés que parece compartir la fijación de Alexei por Polina. Procede de la nobleza británica y tiene una buena cantidad de dinero.
Un día, mientras Polina y Jordan se encuentran en un paseo, ellos ven a un barón y a una baronesa. Polina le reta a comportarse de forma insultante con la pareja aristocrática, y él lo hace sin vacilación. Esto desencadena una serie de eventos que ponen en evidencia el interés de la señora de Cominges por el General; y éste despide a Alexei como tutor de sus hijos. Poco después la Abuela aparece y sorprende a todos, deudores y acreedores. Ella les dice que sabe todo acerca de la deuda del General y por qué el hombre y la mujer francesa están esperando día tras día. Por fin, anuncia a todos los beneficiarios de su futura muerte que no conseguirán nada de su fortuna. A continuación, pide a Alexéi que ejerza como su guía por la ciudad, notoriamente famosa por sus aguas curativas y también notoriamente infame por su casino, en cuyas mesas de juego se apilan montañas de oro: ella también quiere jugar.
Después de enseñarle la mecánica de la mesa de la ruleta, juega y gana una cantidad significativa de dinero. Tras un breve regreso al Hotel, vuelve a las mesa de la ruleta y comienza a perder, y enviciada por el juego termina por dejar en la mesa casi cien mil rublos antes de irse de la ciudad. Cuando Alexei regresa a su habitación, después de enviar a la abuela a la estación de tren, es recibido por Polina. Ella le dice que Des Grieux había dejado la ciudad, pero no sin antes condonar al General de una fracción determinada de las hipotecas en su propiedad. A continuación, explica que debido a que estaba en deuda con él, ella no podía corresponder al amor de Alexéi. Al oír esto Alexéi sale corriendo de la habitación y se dirije al casino donde comienza a jugar en un estado casi febril y gana más de doscientos mil rublos y se convierte en un hombre rico. Cuando él regresa a su habitación, en la sala lo espera Polina, y ante ella vacía sus bolsillos llenos de oro y billetes de banco sobre la cama. Se quedan dormidos en el sofá y al día siguiente ella le dice Alexei que ella lo odia y que quiere estar con el Sr. Astley (con el cual en secreto había tenido encuentros; se suponía que ella debía encontrarse con él, pero se había quedado dormida en su habitación). Ella sale corriendo del hotel y Alexéi no vuelve a verla.
Sabiendo que el General no recibiría su esperada herencia, la señora de Cominges abandona el hotel acompañada por su madre, rumbo a París, a las que se une el desesperanzado Alexei. Alexei permanece en París durante un mes y se deja llevar por ellas, gastando su fortuna en caballos y frivolidades.
Luego Alexei comienza a jugar para sobrevivir. Un día encuentra al Sr. Astley en un banco del parque de Bad Homburg y charla con él. Él se entera de que Polina Astley se encuentra en Suiza y que ella lo ama en verdad. Astley le da un poco de dinero, pero muestra poca esperanza de que Alexei no lo vaya a usar en el juego. Alexéi se va a casa soñando con ir a Suiza al día siguiente y recuerda lo que le hizo ganar en las mesas de ruleta en el pasado.

Sobre el Comentario crítico





UNA PROPUESTA SOBRE EL  COMENTARIO CRÍTICO


PRIMERA PARTE:
INTRODUCCIÓN

Se tendrán en cuenta los siguientes apartados:
·         LOCALIZACIÓN.
-Si es literario: autor, generación literaria o corriente a la que pertenezca, época…Si es un fragmento o un texto completo.
-Si es periodístico: diario al que pertenece, su importancia a nivel nacional; si es un editorial o una  columna; fecha de publicación…
·         CARACTERIZACIÓN: indicar las formas discursivas: descripción, narración, diálogo, exposición, argumentación.
·         ALUSIÓN al contenido general y a la intención del autor (tema).

SEGUNDA PARTE:
A) VALORACIONES SOBRE EL TEXTO (TEMA, ESTRUCTURA Y CONTENIDO)

·         VALORACIÓN DEL TEMA: originalidad, interés, vigencia, actualidad…
Observar también el posicionamiento del autor con respecto a este tema.
·         VALORACIÓN DE LA ESTRUCTURA: su claridad, su función, su eficacia, su originalidad.
·         INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN DEL CONTENIDO

Tener en cuenta:
-Si es expositivo-argumentativo: identificar las ideas (tesis) del autor y cómo las manifiesta.
Valorar la claridad de la exposición y la cantidad y claridad de los argumentos.
-Si es narrativo: identificar los elementos de la narración (personajes, espacio, tiempo, narrador).
Valorar su significado y su función.
-Si son poéticos: interpretar las ideas, metáforas, imágenes.
Valorar su significado y su función: originalidad, fuerza expresiva…
-Si son dramáticos: interpretar los elementos del texto dramático: diálogo, acotaciones, personajes, espacio, tiempo.
Valorar su significado y su función.
·         VALORACIÓN DE LA EFICACIA DEL TEXTO

¿Cuál es su función: entretener, divertir, educar, expresar una idea, un sentimiento, una emoción?, ¿consigue su objetivo?, ¿emociona?, ¿nos hace reflexionar?, ¿produce placer estético?



B) OPINIÓN PERSONAL (Y CRÍTICA) SOBRE EL TEMA O TEMAS TRATADOS.

Se trata de partir del texto, confrontando sus ideas con las propias, ofrecer nuestra opinión personal.

Dependiendo de qué tipo de texto:
·         A) Argumentativos

-Si estamos de acuerdo. ¿Compartimos su tesis, estamos de acuerdo con el autor?, ¿podemos aportar algo nuevo?
-Si no estamos de acuerdo. ¿Por qué no compartimos sus ideas, ¿cuál es nuestra opinión personal?, ¿qué argumentos podemos aportar?, ¿conocemos otras opiniones de autores u obras que traten el tema?

Par ello, estemos o no de acuerdo, totalmente o en parte, y como aconseja la Comisión de Selectividad, debemos:
·         Apoyar, destacar o precisar algunas afirmaciones.
·         Ampliar la información con otros argumentos propios, causas o consecuencias.
·         Relacionar con otros casos o situaciones conocidas por el alumno u otros ejemplos de similar problemática, u otra obra artística (si el texto es literario).
·         Sugerir o proponer posibles soluciones o alternativas a los temas planteados.

Para ello tendremos muy en cuenta los TIPOS DE ARGUMENTOS que nos ayudarán a exponer estos asuntos.

·        B) Literarios
Tener en cuenta todo lo anterior y hablar sobre el impacto de las emociones que plantea el autor.

TERCERA PARTE

CONCLUSIÓN Y CIERRE

Breve recapitulación de lo expuesto o cierre con valoración personal.





VALORACIONES GENERALES A LA HORA DE REDACTAR EL C.CRÍTICO.

·        Hacer un esquema previo para luego desarrollarlo.
·        La extensión: página y media o dos páginas.
·        Que aparezcan claras y marcadas las partes. Mira por la presentación, los  márgenes, las sangrías.
·        Tiempo que debes emplear: entre 20-30 minutos.
·        En relación con lo anterior, uso de conectores: por un  lado, sin embargo, además, por otra parte, …
·        Uso de preguntas retóricas de vez en cuando para cambiar y aliviar el estilo.
·        Subrayar los puntos o ideas más importantes.
·        Tener en cuenta los tipos de argumentos para la exposición de los temas o ideas que vas planteando.
·        Repasar lo escrito.



ESQUEMA SOBRE EL COMENTARIO CRÍTICO



PRIMERA PARTE
INTRODUCCIÓN
LOCALIZACIÓN
CARACTERIZACIÓN
ALUSIÓN


SEGUNDA PARTE
VALORACIONES
TEMA
ESTRUCTURA
CONTENIDO
EFICACIA
OPINIÓN PERSONAL Y CRÍTICA
Apoyar, destacar o precisar
Ampliar la información
Relacionar con otros casos
Sugerir o proponer posibles soluciones

TERCERA PARTE
CONCLUSIÓN Y CIERRE




           TIPOS DE ARGUMENTOS


CAUSA: La compra de teléfonos 3G se debe  a las múltiples campañas publicitarias.

CONSECUENCIAS: los nuevos móviles favorecen una comunicación, barata y versátil.

ANALOGÍA O SEMEJANZA: La difusión de los móviles ha sido tan rápida como lo fue en su día la de las primeras videoconsolas.

CONTRASTE: Se facilita el acceso a los móviles de última generación; sin embargo, se prohíbe su uso en el ámbito académico.

EJEMPLIFICACIÓN: casos concretos y aciertos que se presentan como pruebas. En Japón los usuarios de 3G son mayoría.

ARGUMENTO DE EXPERIENCIA PERSONAL.
DATOS: cifras u otro tipo de información objetiva. Se han vendido 4 millones de iPhone en solo un fin de semana.

ARGUMENTO DE AUTORIDAD. Se alude a personas u organismos de reconocido prestigio.

PROVERBIOS, REFRANES O MÁXIMAS: verdades conservadas por la tradición y comúnmente aceptadas por la sociedad.

ARGUMENTO DE CONOCIMIENTO. Alude a ideas personales basadas en el conocimiento de la realidad o en el sentir general de la sociedad: Los jóvenes necesitan un móvil para relacionarse con los amigos.





















ALGUNAS ORINTACIONES SOBRE LA PREGUNTA DE “ORGANIZACIÓN DE IDEAS”.


PRIMER PÁRRAFO DE LA RESPUESTA.

Utilizar fórmulas como “El texto es (expositivo, argumentativo, periodístico…) y sigue una línea…
(de lo general a lo particular; se inicia con una presentación y un desarrollo posterior…).

Tener en cuenta:

-Si es periodístico, expositivo…mencionar sus rasgos generales de estructura.
-Si es literario:
·        Descriptivo: partes, si se alterna con diálogo o narración y sus partes.
·        Si reproduce una conversación: personas que dialogan y las intervenciones que tienen…
·        Narrativo: cómo es la narración, partes de la misma y visión general de la misma.
·        Poético: estrofas, versos, versos libres

(RECORDAR LOS TIPOS DE ESTRUCTURAS)



SEGUNDO PÁRRAFO DE LA RESPUESTA

Relacionar la estructura externa con la interna

Ejemplo:


1ª PÁRRAFO: PRIMERA PARTE. Indicar las ideas que van apareciendo. Por ejemplo: de las líneas 1-18 la presentación. De la línea 19 al final del primer párrafo, aparece la idea principal que es…

2º y 3º PÁRRAFOS: Segunda parte.
En el segundo párrafo
En el tercer párrafo…

Y así sucesivamente.

NOTA: En cursiva aparece lo que debemos redactar.

Resumen de El talento de mister Repley

EL TALENTO DE MISTER REPLAY.

Tom tiene 25 años y vive solo en Nueva York ,  pues es huérfano de padre y madre (ambos se ahogaron en el puerto de Boston, de donde eran originarios y lo adoptó su tía  Charlotte).

Un multimillonario naval, Herbert Greenlead, lo encuentra un día en un bar y le pide que vaya a Italia, a buscar a su hijo Dickie que lleva allí una vida bohemia junto a su prometida Marge Sherwood, pues su esposa Emily se encuentra muy enferma y quiere volver a ver a su hijo.

Se embarcó y llegó a Italia, en el mes de octubre,  a la localidad de Mongibello, cerca de Nápoles, alojándose en un hotel, el Marimare; se presentó a Dickie (Richard) y a Marge, tras verlos en la playa, quienes lo invitan a vivir en casa del primero.

Al poco tiempo de llegar, Tom y Dickie pasan su primera noche de juerga en Nápoles, dirigiéndose luego a Roma; aquí les llevó un americano pelirrojo que se llama Freddie Miles. A la vuelta, Marge se sentía enfadada y celosa de Tom; al parecer Marge estaba más encariñada con Dickie que este con ella, según pensaba Tom.

Tom escribe a los padres de Dickie diciéndoles que el asunto iba bien, que su hijo le había prometido que viajaría a Estados Unidos el siguiente verano. Tan bien se lo pasan ambos que deciden, entre otros proyectos, viajar en el velero de Dickie, el Pipistrello, pero sin invitar a Marge que se siente celosa y enfadada con Dickie.

Cada mes este recibía un cheque de 500 dólores de un banco de Nápoles, asunto que le notificaban en el pueblo donde vivía.                

Tras ver que Dickie y Marge hacían las paces, Tom corrió a la casa de aquel, subió al dormitorio y tomó un traje suyo y se lo puso mientras simulaba  ahogar a Marge, mientras le decía que no la amaba, haciéndose pasar por Dickie. Notó que se parecía mucho a él y en ese preciso momento Dickie lo sorprendió en su habitación, a la que tenía prohibido el acceso. Tom le dijo que no pensara que era invertido, pero que Marge pensaría que sí lo era. Luego Tom le preguntó si estaba enamorado de Marge, contestándole que no, que le daba lástima como un perro, pues ella sí lo estaba de Dickie.

Aparece luego un nuevo personaje, Fausto, un italiano comunista de Milán, que daba clases de italiano a Tom.
A Tom le proponen transportar droga en unos féretros que viajaban en un tren con destino a París, pero Dickie no lo creyó; tuvieron que ir al bar del pueblo y hablar con el tipo que les había propuesto dicha operación, quien se lo confirmó. Los dos discutieron pues a Tom le parecía bien la idea, al contrario que a Dickie.

Tras la discusión Tom tuvo la sensación de haber perdido a Dickie, se sentía desplomado, rodeado de desconocidos, rodeado de un ambiente extraño y hostil. Dickie pensó que el drogata del bar le hubiera puesto algo en la copa que tomaron: “quiero morir”, dijo.

Tom pensó que Dickie quería que él fuera con ellos de vacaciones a Cortina d´Ampezzo, una estación de esquí, a pasar unos días, invitados por F. Miles. Además recibió una carta del padre diciéndole suponer que su intento por hacer volver a su hijo había fracasado y que le eximiría de sus responsabilidades.

Más tarde Tom propone viajar los tres a París, pero Dickie prefiere ir a San Remo. Además le propone a Tom pasar las navidades en su casa.
Marge les dijo que no iría con ellos a San Remo pues estaba preparando un libro de fotografías sobre Mongibello.

El caso es que ambos llegan a San Remo donde Dickie le dice a Tom que prefería viajar solo a Cortina con Marge y no con él, por lo que el sentimiento de odio y repulsa hacia él empieza a tener cuerpo en Tom.

Se dirigen a Cannes, en Francia; en la playa vieron a un grupo de jóvenes que hacían una torre humana. Pensaron por la actitud que mantenían que eran homosexuales (mariquitas, como una vez dijo de Tom su tía refiriéndose a su padre fallecido) y Dickie se marchó de la playa con aires de superioridad, hecho que fue aumentando, más si cabe, la rabia de Tom hacia él.

Partieron en tren hacia San Remo: en el viaje es cuando Tom ve los dos anillos de Dickie (uno de piedra verde y el otro de oro) y piensa robarle el primero cuando se marchase a nadar, pues siempre se lo quitaba para bañarse.

Es ahora cuando se le pasa por la cabeza la idea de matarlo, viéndolo sentado en el tren, dormitando y con los brazos cruzados, pues notaba Tom que lo trataba con hostilidad. Se le ocurrió una idea brillante. Podía hacerse pasar por Dickie y así hacer todo lo que él hacía.
Empezó a maquinar cómo hacerlo, cómo ponerlo en práctica: quitarle el otro anillo, pintarse más el pelo y así parecerse más a él.

Sería en el mar, aunque la operación podría resultar peligrosa pues Dickie era  fuerte y un gran nadador; alquilaría una barca de las que llevan un peso de cemento atado al extremo de un cable que sirve como ancla.

Alquilaron la lancha con motor a un joven en el puerto y se dirigieron mar adentro, donde nadie les observaba. Ya allí Tom propuso a Dickie darse un chapuzón; la embarcación se fue deteniendo y ellos se iban desnudando. Tom cogió el remo y cuando Dickie se agachó para quitarse los pantalones, le golpeó con el remo tres veces, luego tres veces le dio en el cuello con el canto del remo.

Cogió los dos anillos, dinero y un llavero con 3 llaves, el frasco de colonia que les había encargado Marge para ella, cigarrillos, el encendedor de plata, un lápiz, el billetero de piel de cocodrilo y varias tarjetas.

Quemó con su encendedor el nudo de la cuerda, la ató a los tobillos de Dickie y echó el peso por la borda. Luego cayó Tom al agua y la motora giraba en torno a él, no pudiendo subirse por el momento. Cuando por fin lo logró puso rumbo hacia una pequeña caleta donde empezó a arrojar piedras dentro de la embarcación, la empujó mar adentro hasta que empezó a hundirse.

Se dirigió al hotel ante la mirada atónita de los transeúntes que lo veían sin vestir del todo, hizo las maletas y se dirigió a la estación de tren con la idea de salir cuanto antes de San Remo. Escogió un coche-cama destino Roma. Luego, ya en Nápoles, tomó la ropa de Dickie y la echó a la basura. Cuando volvió a Mongibello visitó a Marge, quien extrañada le preguntó por Dickie, respondiéndole que se había quedado en Roma y le entregó la colonia que le había comprado, marca Stradivari.

Tom subió al piso de arriba, abrió todos los cajones del armario para preparar las maletas con las cosas de Dickie, igualmente pensó en la venta de muebles, del velero y de la casa.

Al llegar Marge, Tom le dijo que Dickie había decidido instalarse en Roma y que ella se quedaría con el refrigerador que poco tiempo antes había comprado. Tom estaría un tiempo en Roma con él, luego pasaría unos días en París y finalmente volvería a los Estados Unidos. Marchó a Roma después de hablar con algunas personas a las que encargó la venta de la casa y del velero.
Envió una carta a Marge diciéndole que pasaría el invierno en Roma y en la recepción del hotel entregó el pasaporte de Dickie. Al día siguiente se trasladó a otro hotel de mediana categoría, no tan importante como el primero.

A veces practicaba consigo mismo, dejando de ser Dickie, por si viniera Marge, en cuyo caso le diría que Dickie se había marchado a ver unas pinturas (era aficionado a pintar) no sabía a qué pueblo. Pero la mayoría de las veces era Dickie, bailando en la habitación del hotel.

Recibió una carta de Marge dirigida a Dickie en la que le decía que le echaba de menos y él le escribió una carta a sus padres diciéndoles que estaba en Roma buscando un piso y dando clases de pintura.

Tomó un vuelo  hacia París, hospedándose en un hotel que le habían recomendado unos americanos. Una pareja, ella francesa y él americano, lo invitan a una fiesta de unos antiguos nobles. Recuerda entonces, pues es Nochebuena, que días antes había sido la cita  en Cortina a la que fue invitado por Miles y que seguramente le habrían echado de menos y es por eso que pensó en escribirle. Fue a Notre Dame a visitar la catedral llena de gentes que celebraban la Navidad y luego cenó abundantemente, sin ganas, pues comprobó que las ropas de Dickie le quedaban holgadas.

Volvió a Roma, vía Lyon y Arles (donde Van Gogh pintara), Marsella y la Costa Azul.

Al llegar a Roma tenía una carta de Marge en la que le decía que volvería a Estados Unidos en el mes de marzo y que se veía fuera de su vida: parecía que Tom estaba consiguiendo apartarla de Dickie. Le devuelve la carta diciéndole que Tom ha viajado a París y de allí volvía definitivamente a su país; que él había estado también en París pero sin ver a Tom. Agradeció a Marge el paquete con regalos que le envió por Navidad.

Alquiló un apartamento en Roma; una carta de un señor de Mongibello le decía que le había vendido unos muebles y que seguramente pronto vendería el velero y la casa. Fue a celebrarlo dándose una gran cena, en la que no dejaba de imitar y “ser” Dickie. Pensó en abrir una cuenta bancaria a nombre de Tom Replay. Se encontraba solo pero no triste: se veía contento actuando delante de un numeroso público.

Decidió cambiar de aires e ir a Mallorca. Un día llamaron a la puerta de su apartamento: era Freddie. Tom le abrió como Tom diciéndole que Dickie no estaba, que volvería pronto; se quitó los anillos para que Freddie no se diera cuenta y charlaron; Tom le dijo que había visto las maletas de Dickie en su dormitorio porque pensaba que se iría de viaje, a Sicilia según le había dicho. Tom quiso coger ropa suya del ropero para hacerse pasar definitivamente como Tom cuando Freddie vio la pulsera de plata que llevaba en la mano izquierda: le dijo que era un préstamo. Freddie se marchó diciendo que iba al restaurante Otelo para ver a Dickie (Tom le había dicho que tenía la costumbre de ir allí a almorzar sobre la una de la tarde). Comprobó que después de salir y bajar las escaleras habló con la portera del inmueble y volvía a subir llamando a la puerta. Tom, pensando que podía ser descubierto, cogió un enorme cenicero y cuando el otro entró en el apartamento lo mató y miró en sus bolsillos: dinero, billetero, pasaporte y las llaves de un FIAT que luego vio desde la ventana aparcado en la misma calle. Puso una toalla alrededor de la cabeza para que la sangre no manchara el suelo, acercó un vaso a su mano y vertió ginebra en la boca del muerto. Otros vasos los llenó con las huellas dactilares suyas y las de Freddie; había que llenar los ceniceros con tabaco marca Chesterfield que Freddie fumaba, un vaso de Pernod hecho añicos en el baño, y luego podría dejarlo todo bien, como si nada hubiera pasado. El plan era contarle a la policía, cuando se encontrara el cadáver, que habían pasado la tarde ambos bebiendo bastante y que luego Freddie se había marchado.

Encendió la radio y puso música para que pareciese que estaban los dos de charla pasando la tarde y bebió.

A las ocho de la tarde bajó el cadáver, sujetándolo como si el otro fuera totalmente borracho, y lo introdujo en el coche sin que nadie sospechara. Un señor que pasaba por allí le ofreció una ayuda que Tom rechazó. Condujo el cadáver atravesando toda Roma hasta la Via Appia Antica, buscando las tumbas romanas que allí había; lo sacó del coche, lo arrastró y lo arrojó dentro de una de ellas, cercana a la carretera; volvió a Roma y dejó el coche frente a un club, con las llaves puestas; luego arrojó el billetero a una cloaca. Cuando volvía a casa pensó que había dejado en la tumba el abrigo y el pasaporte de Freddie, recordando que este le había dicho que  fue un crío italiano el que le dijo dónde vivía, por lo que empezó a temer que cualquier otra persona pudiera averiguar su dirección.

A la mañana siguiente, le telefoneó la policía avisándole que el cadáver había aparecido y que sabían que había estado en su casa el día anterior; le avisaron que iría un policía a verlo a casa, él pidió que fuera pronto pues había decidido salir esa misma mañana en tren hacia Nápoles y desde allí a Palermo, en Sicilia. Sonó el teléfono y era Fausto, el que le enseñaba italiano en Mongibello, que estaba en la estación de tren camino de Milán y que quería invitarlo a almorzar. ¿Cómo habría localizado su número de teléfono?
           
Luego apareció un apareja de policías que le interroga. Temiendo que Marge y otras personas pudieran averiguar la dirección de Dickie y lo pudieran identificar tras la muerte de Freddie, decidió  reservar una habitación en el hotel Inghilterra, alejándose de su apartamento. Ya en el hotel lo telefonea un tal Van Houston, un amigo de Freddie que le decía que quería verlo; en el periódico de la tarde apareció la noticia de que en San Remo había aparecido una barca con manchas de sangre. Por momentos las cosas se le estaban complicando a Tom.

Salió y cuando volvió al hotel le dijeron que Marge había telefoneado preguntando por él. Llegó la policía: sabían que él y Dickie habían estado en San Remo el 25 de noviembre anterior, sabían lo del alquiler de la barca y pensaba que Ton Replay podría estar muerto. Dickie les dice que quiere marcharse a Palermo.

Marge le tefoneó a la habitación desde la cabina del hotel y Tom le dice que Dickie había ido a la comisaría 83 y que ella lo esperara en un bar cercano al hotel. El cerco parecía que se le estaba estrechando. Pagó la cuenta, tomó un taxi, burló la presencia de Marge y se fue a la American Express de Roma donde encontró tres cartas.

Marchó a Palermo al hotel Palma. Pensó en escribir una carta a Marge diciéndole que Dickie y él eran amantes y pensó que tal vez ella hubiera dicho a la policía que habló con Tom por teléfono desde la cabina del hotel. Pero todo esto no le preocupaba: el riesgo es el riesgo, se decía.

Recibe una carta de Marge en la que le dice que está muy enfadada con él, con Dickie, y que le dijo a la policía en Roma que Tom estaba con él. Un policía le telefoneó preguntándole por Tom Replay y él le contestó que lo había dejado en Roma unos días antes. Jugaba al despiste con ellos.

En una carta el banco de Nápoles le comunica que la firma del cheque mensual de enero era falsa y otra carta de la policía de Roma que le forzaba a ir a declarar inmediatamente. Pensó entonces en viajar a Venecia bajo la personalidad de Tom Replay y dejar la ropa de Dickie en una consigna bajo un identidad falsa; de esa manera podría quitarse de encima el asedio de la policía que lo podría buscar como sospechoso de la muerte de Freddie Miles y de Tom Replay.
Solo conservó los anillos de Dickie; tomó un tren hacia el norte de Italia, ya bajo su propia identidad, compró un coche de segunda, llegó a Venecia y se hospedó en un hotel cercano al puente Rialto a nombre de Tom Replay.
           
En un periódico se decía que la policía buscaba a Dickie, amigo del
finado Freddie Miles, para que respondiera por el paradero de Tom Replay al que hacía tiempo que no se veía.

Pensaba Tom que era el momento de hablar con la policía de Venecia, identificarse ante ella como Tom Replay, pues así dudarían de Dickie y sospecharían de este por la desaparición de Tom. Se tiñó el pelo más oscuro, buscando su color natural y se retocó las cejas, buscando también perder peso: volvía a ser Tom Replay.

Finalmente entró en una comisaría y se presentó como él mismo, preocupado porque se había enterado que la prensa lo daba por desaparecido; le comunican que enviarían un policía desde Roma para entrevistarse con él y efectivamente vino el teniente Roverini que ya le entrevistara en Roma, quien le preguntó a Tom por Dickie, por Freddie, diciéndole que un hombre vio a dos personas junto al cohe de Freddie sin saber quiénes eran el día de su muerte, que uno estaba borracho y el otro muerto. Luego le pregunta por Marge y por sus relaciones con Dickie. Le da a entender que a Marge le gustaba Freddie y que por eso Dickie estuviera celoso, que fuera él el asesino de Freddie. Cuando se marchó la policía se le ocurrió la idea de que podría firmar testamento en nombre de Dickie legándoselo todo a él, a Tom.
           
Escribe a los padres de Dickie haciéndoles temer que su hijo se hubiera suicidado, no por haber asesinado a Freddie, sino por el fuerte chock traumático que esto le produjo, unido también a la presión por el interrogatorio de la policía. Marge, a quien también había escrito Tom en el mismo sentido, le contesta diciéndole que ve imposible el suicidio de Dickie.

Mientras tanto la prensa italiana publica fotos de Marge, de Dickie, de Freddie y de Tom, diciendo de este que era un buen amigo del desaparecido Dickie Greenlead; alquila un palazzo en Venecia y en la máquina de escribir de Dickie escribe un falso testamento de este a favor de Tom, diciendo que no se abriera hasta junio; luego arrojó la máquina y la funda a un estrecho canal de Venecia.

Le telefonea Marge diciéndole que está en la estación de tren y que viene a verlo. Tom intenta comprobar que en la casa no quedaba nada perteneciente a Dickie; hablaron y hablaron sobre muchos temas sin que, aparentemente Marge sospechara nada. Luego, tras el almuerzo en el palazzo, la invitó a casa de un inglés donde esperarían hasta la hora de cenar. A la vuelta llegaron en góndola hasta la puerta principal del palazzo, pero se había olvidado las llaves; una motora los llevó hasta el embarcadero y pudieron entrar por la puerta trasera.

Por la mañana recibió un telegrama del señor Greenlead diciendo que llegaba a Venecia al mediodía; lo recogieron en la estación, almorzaron losa tres y el señor le dijo que ante la ineficacia de la policía italiana y ante el hecho de no saber nada sobre el paradero de Dickie había contratado a un investigador privado. Luego en la casa de Tom este le dijo que creía que Dickie se hubiera suicidado ante el hecho de que no diera noticias suyas después de tanto tiempo.

Después en la casa de Tom, Marge encontró una caja con los anillos de Dickie (recordemos que fue de lo poco con lo que se quedó Tom tras asesinar a Freddie) y se los mostró a él; este le contó que  Dickie se los había dado, quizá pensando en su suicidio o en un cambio de identidad.

Sorprendentemente ella lo creyó y le pidió que se lo dijera al padre y a la policía. En ese momento Tom pensaba que estaría resuelto en asesinar a Marge si ella no hubiera creído la historia de los anillos, pues si  ella lo hubiera descubierto, y hubiera pensado en delatarlo, la habría golpeado con un zapato  haciendo luego creer que se hubiera caído en la entrada del palazzo bajando de la góndola y dándose un golpe  con los escalones de la entrada.

Al día siguiente llamó al padre de Dickie, que pensó igual que él y se desmoralizó al oír lo de los anillos. Luego alguien telefoneó a la casa diciendo que el investigador privado había llegado a Venecia procedente de
 Roma. Fueron a verlo al hotel: Tom le dijo que Dickie le dio los anillos en Roma tras la muerte de Freddie, pidiéndole que se los guardara por si le ocurría algo. El investigador le hizo una serie de preguntas, a las que Tom contestó resueltamente. Preguntó por la muerte de Freddie, por los posibles cheques con firma falsa. Ya a solas con Tom, en una cafetería, este hablaba sobre Dickie al investigador McCarron, le decía que Marge estaba enamorada de Dickie, que le pesó a este bastante la muerte de su amigo Freddie. Se despidieron y el investigador quiso hablar con Marge.

Parecía que otra vez las cosas le salían bien.
Marge volvió a Roma con el señor Greenlead.

Pocos días después un amigo inglés, Peter Smith, le propone ir a su castillo de Irlanda para burlar el acoso de la prensa que no lo dejaba en paz; es entonces cuando a Tom se le pasó por la cabeza que podía ocurrirle con Peter lo mismo que le ocurrió con Dickie, aunque físicamente no se parecían: Tom declinó la invitación. Por un momento sintió arrepentimiento por lo que había hecho con Dickie: si aquel día no se hubiese probado sus ropas en su casa de Mongibello nada hubiera ocurrido.

En junio mandó una carta al padre diciéndole que Dickie le dejó una carta en Roma en la que le decía que no se abriera hasta junio; llegada la fecha él la abrió y se decía que dejaba sus rentas y bienes a Tom y que se marchaba a Grecia.

Todo parecía resuelto a su favor pero una condesa amiga suya le  dijo que por la prensa se decía que se habían encontrado unas maletas y cuadros de Dickie en la American Expres de Venecia  y que buscaban huellas. Él, bajo la personalidad de Dickie, las había mandado bajo otro nombre distinto y falso. De nuevo estaba en peligro pues podrán descubrir también que el testamento fuera falso. Aun así decide embarcarse hacia Atenas, pensando en el trayecto que a su llegada lo esperaría la policía que habría descubierto todo el asunto, que lo detendrían y que lo condenarían a muerte por el doble asesinato cometido.

En el barco viaja una mujer inglesa mayor, coja, a la que acompaña y da vueltas con ella por cubierta, es lady Cartwright,con la que ya hablaba de verse más adelante en Creta.

Llegaron al puerto de Atenas, a El Pireo, y Tom vio a cuatro policías que parecían estar esperándolo; bajó las escaleras, se puso entre ellos resignado a su detención y vio tras de sí un quiosco, cogió un periódico en cuya portada se decía:

SIGUE SIN APARECER S. FAUSHAW, EL HOMBRE QUE DEPOSITÓ EL EQUIPAJE DE GREENLEAD.

Las huellas de la maletas eran iguales a las de Dickie Greenlead encontradas en su apartamento de Roma, por lo que se sugería que él mismo las envió a Venecia.

Se había salvado; cogió un autobús a Atenas, luego un taxi a la American Expres; allí había tres cartas: una del señor Greenleaf en la que le comunicaba que su hijo se había suicidado y le daban el testamento a Tom pues así había sido el deseo de su hijo. Tom le pide al taxista que le lleve al mejor hotel de la ciudad.